Si mi padre fuera un santo
Se llamaría Juan,
Como los de antes,
Con pelo cano
Y ojos negros,
Que lleve el tiempo en la mirada
Y arrugas en la frente.
Mi padre,
No necesita ser andante
Para ser un caballero,
Fiel estirpe de su padre
Que a la vez mi abuelo.
Mi padre,
Que nadie lo niegue,
Lleva el reflejo de los vientos
Los sueños y esperanza,
Y lleva ese andar tranquilo
De las personas honestas.
Mi padre,
No es santo ni bautista,
Es un hombre sencillo
Con pensamientos puros.
Es, sobre todas las cosas,
Está, por encima de todo.
Mi padre se llama Juan.
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