
Una lágrima,
tan amarga como triste,
tan alegre como sincera,
has derramado sobre la arena
y el llanto se lo lleva el mar.
Pasa un pájaro,
quién sabe adonde va,
ha volado hasta los confines,
han oído su cantar
cual ruiseñor al mediodía.
Pasa afortunado cortando el aire.
Y te lamentas sentada en la orilla,
No te ha mirado,
tú a el, sí.
Muy lindo este poema de horizonte marino
ResponderEliminarUna dulzura, como siempre, en cada escrito tuyo.
ResponderEliminarCatalina